Publicado el 10 de julio, 2018 en Ciudades y regiones
Entre los meses de octubre de 2017 y junio de 2018, en U·TRANS hemos tenido la oportunidad de acompañar el municipio de Tossa de Mar en repensar la participación ciudadana y poner en marcha un nuevo proceso de participación real llevándolo a la práctica con un método riguroso, co-diseñado con la ciudadanía desde el inicio.
¿Es una moda? ¿Es una novedad? ¿Es un estilo?
La respuesta a esta pregunta debería ser «No, es participación», recuperando el sentido primitivo de la palabra: tener o tomar parte en algo, tener algo de común. Ya hace años que se habla mucho de participación ciudadana y se han tomado muchas iniciativas, pero el balance de todo ello no está claro. De hecho, una de las primeras conclusiones a las que se podría llegar es que la mayoría de municipios no ha iniciado este camino. ¿Es malo esto? Pues no necesariamente, porque el camino recorrido permite que quien decide iniciar ahora un proceso de participación ciudadana puede hacerlo aplicando las lecciones aprendidas, no inventando la rueda de nuevo y sin cometer errores clamorosos, especialmente de planteamiento inicial o de concepto.
En cada situación particular, su método
Esta fue la situación con la que nos encontramos en Tossa de Mar cuando en otoño de 2017 empezamos a trabajar en un proyecto de participación ciudadana.
Con los antecedentes que nos contaron, optamos por implementar una metodología de trabajo que consolidara una nueva manera de enfocar la participación y que supusiera un antes y un después en lo que se había hecho hasta ahora en Tossa. En primer lugar, establecimos las siguientes fases de trabajo:
- Reformular: procurar el enlace entre el antiguo modelo y el nuevo
- Impulsar: identificar el mapa de actores de Tossa para constituir el Grupo Impulsor como espacio de coproducción y liderazgo del proceso
- Construir: diseñar el proceso de participación ciudadana de manera colaborativa
- Ejecutar: implementar el proceso de participación ciudadana a partir del Plan Trabajo acordado con el Grupo Impulsor
- Monitorizar: sesiones de trabajo para hacer el seguimiento del proceso
- Evaluar: evaluación de los impactos obtenidos y elaboración de conclusiones
En segundo lugar, después de las primeras sesiones de trabajo se hizo evidente que, hasta ese momento, Tossa de Mar no había contado con una metodología estructurada para sus procesos de participación y que, por ello, los resultados habían sido bastante irregulares: existía una cierta desorientación sobre qué enfoque dar a todo ello. Más concretamente, las «lecciones aprendidas» que se podían desprender del camino recorrido hasta entonces fueron:
- Habían existido procesos de decisión colectiva pero en una dinámica de movilización más que en un proceso estructurado de participación ciudadana
- Existía la percepción que los procesos de decisión colectiva habían producido unos resultados que posteriormente no habían sido tenidos en cuenta por los responsables políticos en el momento de tomar las decisiones
- Había habido bastantes carencias de comunicación, por lo que algunos ciudadanos no habían tenido la oportunidad real de participar
- La participación incrementa cuando existe la sensación de que los cambios afectarán a la ciudadanía, por una cuestión de proximidad
Los resultados obtenidos
Por oportunidad, era necesario tomar una decisión sobre el futuro uso del antiguo edificio del ayuntamiento, ya que éste se trasladará en un futuro próximo a una nueva ubicación. ¿Qué nuevo uso debía tener el edificio antiguo del ayuntamiento?
En un primer momento se recogieron gran cantidad de propuestas que finalmente fueron sintetizadas en los siguientes usos:
- Un anexo para ampliar el Instituto de Tossa de Mar, donde se pueda impartir Bachillerato y un Ciclo Formativo de Grado Medio en Turismo
- Vivienda de alquiler social, destinando el espacio crear vivienda social de alquiler para jóvenes
- Aparcamiento para vehículos, respondiendo a la necesidad de aparcar en el centro de la ciudad especialmente en los meses de mayor afluencia
- Centro Cívico o Ateneo dado que en Tossa no hay ninguno y reforzaría la interacción entre la sociedad a través de actividades diversas
- Parque urbano, puesto que el centro del pueblo necesita ser esponjado y disponer de un entorno natural urbano de calidad
- Sala de exposiciones para dar un nuevo impulso al concurso de pintura rápida de Tossa, como un nuevo emplazamiento para hacer lucir el patrimonio pictórico
La participación estaba abierta a la ciudadanía mayor de 16 años y era necesario estar empadronado. Se habilitaron 4 puntos de votación presencial y asistida y se puso en funcionamiento una app para facilitar la participación en línea. Igualmente, se elaboraron materiales gráficos de apoyo y un plan de comunicación para las redes sociales. La participación ha sido del 3,43% sobre el total del censo, con esta distribución:
- Centro Cívico: 48% de los votos
- Anexo Instituto 18% de los votos
- Parque Urbano 18% de los votos
- Vivienda Social 13% de los votos
- Sala de Exposiciones 2% de los votos
- Aparcamiento 2% de los votos
¿Qué valoración hay que hacer?
Ciertamente, se puede considerar que el porcentaje de participación fue flojo, pero hay que matizarlo en el sentido de que es un porcentaje similar al que se obtienen en procesos similares en otros municipios. Igualmente, en Tossa se partía prácticamente de cero y, por tanto, los resultados suponen un buen inicio. A pesar de todo, la sociedad civil no terminó de movilizarse y en este sentido todavía hay trabajo que hacer.
Por otra parte, cabe destacar que el proceso ha sido coliderado por la ciudadanía a través del Grupo Impulsor, que continuará como instancia estable colaborando con el Ayuntamiento en la definición de nuevos procesos de participación. En definitiva, Tossa de Mar está en posición de iniciar el camino de usar la participación ciudadana como instrumento para la definición de políticas públicas, enfoque que siempre hemos defendido en U·TRANS y con el que seguimos trabajando en otros municipios.
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