Publicado el 4 de febrero, 2022 en Consultoria
La Economía Azul es un nuevo sector de actividad al que las principales organizaciones internacionales otorgan un papel tractor clave, tanto por su diversidad como por su decisiva contribución a la Transición Energética y a la Transición Digital.
Históricamente, cuando llegaba un barco a una localdad costera portuaria era motivo de alegría para sus habitantes por la gran cantidad de trabajo que se generava: era necesario cargar el barco con alimentos, de provisiones de todo tipo y de agua. Había que hacer reparaciones o alguna operación de mantenimiento como, por ejemplo, zurcir las velas. Asimismo, la tripulación demandaba servicios comerciales relacionados con la carga transportada.
Además, en el mar se hacían otras actividades tradicionales como la pesca o la recolección de coral. En definitiva, el medio acuático siempre ha sido una fuente de riqueza y generación de puestos de trabajo.
La Economía Azul en la actualidad
La importancia económica y estratégica de mares y océanos no ha dejado de crecer. Tradicionalmente, existía una visión más limitada y reducida de este sector, quedando circunscrito al transporte de personas y mercancías. Actualmente, ésta es todavía la percepción dominante entre la ciudadanía y los agentes económicos, pero en los últimos años está cambiando rápidamente.
Entre las organizaciones internacionales de referencia en general y entre las empresas y administraciones públicas en particular ha cuajado una nueva visión de la Economía Azul y se hace una definición más amplia, que reúne una gran diversidad de actividades económicas y que tiene comodenominador común su relación con el medio acuático.
La definición que hace la Unión Europea incluye los siguientes subsectores de actividad:
- Recursos marinos vivos. Incluye la cosecha y captura de recursos biológicos renovables y su conversión en alimentos
- Recursos minerales marinos (no vivos). Incluye la obtención de petróleo y gas, grava y arena, minería de arcillas y caolín, extracción de sal
- Energía marina renovable. Incluye tanto la energía eólica marina como la energía oceánica (maremotriz y undimotriz)
- Activitdades portuarias. Incluye el almacenamiento, carga y manipulación de mercancías, los proyectos de reforma y adecuación del puerto así como los servicios de apoyo vinculados al transporte de mercancías en barco.
- Construcción y reparación de barcos. Incluye la construcción de barcos y estructuras flotantes, la construcción de embarcaciones deportivas y de ocio, la reparación y mantenimiento de barcos y la construcción, instalación y mantenimiento de equipos y maquinaria.
- Transporte marítimo. Incluye el transporte marítimo de pasajeros, el transporte de mercancías y los servicios de transporte de alquiler y arrendamiento de material de transporte.
- Turismo azul. Incluye el turismo de playa y las actividades recreativas, los deportes náuticos (vela, submarinismo, buceo, entre otros) y el turismo de crucero.
Generación de puestos de trabajo y desarrollo local
Casi ¾ partes de la superficie terrestre están cubiertas de agua, y de ahí se deriva la importancia estratégica de la Economía Azul. Por otra parte, los grandes retos de la creación de empleo y de la necesidad de transformar nuestra economía hacia la sostenibilidad y la digitalización deben pasar, necesariamente, por incluir a la Economía Azul por su diversidad y por la innegable capacidad de transformación de sus subsectores. No es posible entender la generación de empleo de calidad y el avance constante hacia la sostenibilidad y la digitalización sin la Economia Azul.
Por otra parte, la Economia Azul crea puestos de trabajo en todos los niveles de cualificación profesional: existen oportunidades para los perfiles más básicos (centrados en tareas de mantenimiento o en servicios recurrentes, por ejemplo), para los perfiles técnicos medios (en los perfiles profesionales de oficios tradicionales, por ejemplo) y para los perfiles superiores (en el campo de la ingeniería náutica centrada en el repair & refit, por ejemplo).
Como en todo sector de actividad, la Economia Azul está sometida a una fuerte competencia internacional que, en este caso, implica ciudades, puertos y hinterlandspara ser atractivos, ofrecer los servicios más competitivos y vincular la Economia Azul con el resto de sectores productivos locales, las entidades del conocimiento y la ciudadanía para generar mayor crecimiento económico y nuevas oportunidades.
La definición de políticas públicas
Las autoridades responsables, muy especialmente las locales, se están posicionando en la promoción de la Economía Azul en sus ciudades y territorios, buscando la colaboración con empresas, centros de investigación, autoridades portuarias, centros de formacióny otras entidades ciudadanas . Como no puede ser de otra forma, el interés de los decisores locales radica, muy especialmente, en la generación de empleo, como demuestra el estudio liderado por Barcelona Activa sobre oportunidades de empleo en Economía Azul.
En esta línea de trabajo, el Ayuntamiento de Barcelona lidera la apuesta por el sector con la puesta en marcha de la Mesura de Govern Impuls a l’Economia Blava, que supone una apuesta decidida por liderar las oportunidades que se generarán y posicionar la ciudad a escala europea como referente en Economía Azul.

En su elaboración ha intervenido una miríada de stakeholders locales, en un ejercicio de colaboración pública y privada necesario para la ciudad dado que la Economía Azul ya supone supone un 4,3% del PIB de Barcelona ,4% de la ocupación de la ciudad. Así, el pasado mes de octubre de 2021 se hizo pública la Medida de Gobierno.
El objetivo es sumar competitividad y sostenibilidad ambiental y el gobierno municipal destinará 40,5 M€ y más de 52.000 m2 para el impulso de la Economía Azul en el período 2021-2025. Esta inversión inicial municipal se prevé incrementar con la aportación de actores privados y colaboradores en los diferentes proyectos y con los fondos europeos NextGenEU.
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