Publicado el 18 de octubre, 2022 en Entrevistas

Anna: ¿Quién es Esther Hierro?
Esther: Soy una persona que tiene esperanza, realista y entusiasta, en el mundo, las personas y las organizaciones. Por eso me dedico, profesionalmente, a promover el bienestar de las personas a través del juego, del pensamiento y la actitud lúdica, para que puedan crear lo que se proponen.
Para ello es necesario crear la mejor de las condiciones laborales en la organización, es necesario que se lo pasen bien, es necesario que puedan aprender, que puedan comunicarse, etc. Creo que en el mundo hay muchas cosas por hacer y hay muchas oportunidades para aprovechar.
Ahora mismo, soy la Directora General de Marinva y también me gusta definirme como la Directora Creativa, porque a pesar de dedicarme a cuestiones más de gestión, me gusta mucho estar en la operativa, especialmente en la ideación de los proyectos. Cuando el cliente nos pone encima la mesa un reto, me entusiasma estar en esta primera fase para preguntarnos cómo podemos hacerlo realidad.
Anna: De todas las iniciativas y actividades que organiza Marinva, ¡explícanos brevemente en cuál de ellas le dedicas más energía y te tiene el corazón robado!
Esther: Marinva está dedicada a la transformación cultural de las organizaciones a través de lo lúdico, el juego, los juegos, el pensamiento y la actitud lúdica.
Play to Growth són tres juegos de mesa (diseñados con NetMind) para transmitir contenidos en: 1) project management en su versión agile, 2) el business analysis, i 3) Cobit , la toma de decisiones en cascada. Pero también utilizamos estos juegos para trabajar competencias blandas en las organizaciones. Un ejemplo de ello es el programa Jumping Skills con Indra, en el que formamos cerca de quinientas personas al año.
El proyecto de Indra, me tiene el corazón robado ahora mismo, porque me entusiasma ver a las personas de una gran compañía conectadas con la creencia de que el juego realmente puede transformar! Te das cuenta en cada sesión, de cómo puede llegar a cambiar el clima, el mapa mental, la percepción de un grupo cuando invitas a descubrir y aprender jugando. Es fascinante ver cómo la gente entra y cómo sale después de las sesiones.
Y es que sin emoción no existe aprendizaje, y el juego es emoción.
Otro proyecto que me gustaría compartir y que no tiene que ver con organizaciones, sino que busca un impacto social, es un juego que hemos hecho para ayudar a familias, jóvenes y niños a encontrar antídotos para combatir la soledad. A través del juego, el abordaje de esta grave situación social, nos permite poner sobre la mesa, desde otra perspectiva, qué nos ocurre y cómo podemos ir más allá, encontrando soluciones entre todos y todas. Es uno de los bonitos proyectos que hace que todo tenga sentido. Lo hemos hecho para el Ayuntamiento de Barcelona y se presentó el 17 de junio de 2022.
Anna: Te hemos oído decir que el poder del juego para la formación en competencias blandas es el mejor para crecer como persona y equipo. ¿Qué hacéis desde Marinva para gamificar el crecimiento de las personas y de los equipos?
Esther: En primer lugar, nos esforzamos por crear un clima abierto al aprendizaje, donde cualquier persona se puede equivocar, donde hay confianza, donde todo el mundo se conoce y donde se disfruta.
Después activamos el proceso acción-reflexión-transferencia. A través del juego ponemos a las personas en acción, les ayudamos a reflexionar sobre qué ha pasado y transferirlo a su vida. Este proceso pone a las personas en el centro de su aprendizaje, porque la persona vive y experimenta las competencias. ¡Es la misma persona quien puede ver si estas competencias las desarrolla más o menos bien, porque las ha vivido en el proceso de aprendizaje!
Por último, creamos rutinas de entrenamiento. Insistimos en que es necesario realizar un programa de sesiones que se perpetúe en el tiempo. Es básico entrenar al cerebro en la actitud lúdica, entrenarlo competencialmente.
Todo entrena, el bienestar también se entrena.
Por tanto, cuando nos piden una formación, lo hacemos desde un aprendizaje experiencial y significativo y, en la medida de lo posible, que se alargue en el tiempo, para ponerlo en práctica en situaciones reales o, al menos, en espacios “laboratorio” donde las personas puedan probar, de forma segura, lo aprendido.
Estamos seguras de que provocamos impacto. Hasta ahora, más allá de los cuestionarios de satisfacción -¡que nos puntúan bastante bien!-, no tenemos más indicadores. Por eso, justamente ahora estamos en primeras conversaciones con una prestigiosa universidad para ver cómo podemos medir este impacto.
Anna: Los proyectos de Marinva llegan a gente muy diversa, pero ¿cuáles son los rasgos que tienen en común? ¿Cuáles son las competencias a reforzar más? Lo podemos generalizar, preguntando ¿qué le falta a la sociedad?
Esther: Creo que, por lo general, a la sociedad le falta propósito, propósito vital. Y nosotras, a través del juego y su profundidad, ayudamos a las personas a hacerse preguntas poderosas en entornos seguros y de apertura. De hecho, una de nuestras propuestas de formación ayuda concretamente a conectar el propósito vital de las personas con el propósito de la organización.
De las competencias blandas, nosotras le llamamos competencias poderosas (soft skills – power skills).
Nos encontramos con gente muy competente técnicamente, pero que deben entrenar competencias como la adaptación al cambio, el trabajo en equipo, la tolerancia a la presión, que son las necesarias para vivir en estos entornos líquidos que nos ha tocado vivir.
Una asignatura pendiente es el autoconocimiento, porque creo que las personas nos conocemos muy poco. ¿Qué sé hacer? ¿Qué quiero hacer? ¿Cuál es mi misión épica en estos momentos? ¿Qué es importante para mí? ¿Qué he aprendido? ¿Desde dónde lo he aprendido? Estamos muy lejos de poder responder a esos interrogantes en nuestro cotidiano. Pero desde el clima que crea el juego, ¡es posible hacérselas e incluso responderlas!

Anna: Brevemente: ¿cuáles son los puntos fuertes y puntos débiles de las <<personas adultas>> (visión El Principito) a la hora de formarse en competencias blandas a través del juego?
Esther: El recorrido de mejora o punto débil es que estamos desconectadísimos del nuestro <<yo, niño>>, de nuestro <<yo curioso, creativo>>, el “<<yo>>que no tiene miedo. Es el niño que está en el mundo por el simple placer de estar y que quiere transformar el mundo por el simple placer de transformarlo.
Esta desconexión supone que, cuando proponen aprender desde una actividad lúdica, recibes respuestas tipo . Pero en el momento en que reconectas con este que está dentro de ti, se te abre un universo y entra un aire fresco impresionante. Cuando alguien nos da la mano y nos da confianza, nos enganchamos y ya no queremos soltarnos.
Creo que parte de la potencia de Marinva es que seguimos conectadas con el juego de nuestra infancia, y este vínculo entre niños y adultos lo tenemos claro: por eso no somos humo, somos de verdad. Cuando juego y hago jugar busco a estos niños, los valoro y los invito a venir conmigo, ofreciendo la mano que todo el mundo necesita para reencontrarse con su esencia que, muchas veces, es invisible a los ojos.
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